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domingo, 22 de marzo de 2015

Educar a un gato

Educar a un gato


Se suele creer que solo los perros son capaces de responder rápidamente al entrenamiento ofrecido por sus dueños.Pero los gatos también son receptivos a la educación y conocen su nombre, así como la orden de venir cuando se les llama. El proceso de socialización de un animal es determinante para su comportamiento con los humanos. Por este motivo des importante iniciar este proceso cuando el gato sea pequeño para que sea más fácil.




AL MOMENTO DE SOCIALIZAR
La socialización de los gatos empieza cuando todavía forman parte de la camada y va desarrollando los instintos básicos (comer, lamerse, etc) junto a su madre.
Es a partir de ese momento cuando comienzan a explorar el mundo. Un gato que desde edades tempranas mantenga contacto con otros animales y con humanos, suele ser un gato bien socializado.
Lo ideal es tener ya a tu gato antes de las siete semanas, puesto que es en ese período donde se forman rasgos importantes de su carácter. Recuerda que el cambio de hogar, será  una transformación brusca para él. Si lo adoptas tras ese período debes darle tiempo a que conozca su nuevo hogar, no intentes presionarlo pues le causarías estrés o podría comenzar a temerte.
DESARROLLO EMOCIONAL
El desarrollo emocional no concluye al cumplir el año de nacido.
Para fortalecer la “personalidad” de un gato puedes invitar a amigos a casa, para que la mascota entre en contacto con personas extrañas y no reacciones de forma agresiva  cuando se haga mayor. Es importante que entre en contacto con niños (siempre bajo vigilancia).
También es bueno que lo relaciones con perros. Asegúrate que el perro esté bien educado y no sea agresivo. De lo contario el efecto será nefasto. Acostumbra a tu gato a viajar en coche, para que las salidas al veterinario, o a eventos a los que desees llevarle no sean aterradoras.
PACIENCIA
La paciencia es la palabre que siempre tienes que tener en mente  al educar a un animal, sea cual sea la especie, siempre es difícil y requiere tiempo. Intenta mantener la calma cuando este se asuste, recuerda que debes darle seguridad y ser la persona por la que se sienta protegido.
Una buena forma de estimularlo es premiarlo cuando haga algo bien. En caso de acciones negativas, no arremetas contra él o puedes provocarle estrés (estos comportamientos irán desapareciendo con el tiempo). Recrimínalo con un 'NO' fuerte e indícale la actitud correcta. Es importante que lo regañes en el momento que ejecuta la acción o lo podrías confundir.
Para lograr que el gato reconozca cuál es su nombre, repíteselo durante la comida, cuando lo acaricias o durante otros momentos agradables.


Publicado por: Celia Santacreu Méndez

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